viernes, 19 de noviembre de 2010

LLUEVE SOBRE LA TIERRA ESTREMECIDA

Llueve, a cántaros en estos días, por doquier se reportan daños y víctimas... se asignan más recursos para atender las emergencias...se cuentan por varios cientos las víctimas fatales y por decenas de miles los afectados...

Terremotos y maremotos, volcanes y tsunamis...las descargas abruptas de energía en el planeta son tales que en lo que va de año se ha generado tanta energía que permitiría satisfacer el consumo de la humanidad por 17 años consecutivos! qué tal?

Según proyecciones basadas en el avance de la línea marítima, para el año 2020 habrá quedado dentro del mar un área ocupada hoy por más de 600.000 hogares y de continuar la tendencia, no llegarán al 2030 numerosas islas sobre las aguas, especialmente en el Pacífico sur... Pareciera que el planeta "Tierra" quiere ser llamado planeta "Agua".

Lo que resulta muy interesante es que desde que se formó la atmósfera terrestre, la cantidad de agua existente en el planeta y su atmósfera es la misma. Las únicas cantidades que han salido son aquellas existentes en las naves y estaciones espaciales...es decir, unas insignificantes gotas en todo un mar de decenas de miles de kilómetros cúbicos.

Entonces, a qué se debe tanta descarga energética? Bueno, en primer lugar, la historia de la humanidad es una fracción ínfima en el cronos del universo, de sus planetas y estrellas, por lo cual, no es que sea tan significativa, antes bien, puede ser un evento que hoy nos toca vivir pero que es normalisimo en su ocurrencia. Sin embargo, en la otra cara de las posibles interpretaciones se encuentra lo relativo a la huella humana en cuanto al daño que viene haciéndosele al planeta. Resaltan aspectos de deforestación, pruebas y estallidos nucleares, reorientación de cursos de agua para represas, aplicación de químicos para control de plagas y desarrollo de agricultura, entre otros ingredientes.

En todo caso, con  o sin nosotros, seguirá lloviendo, temblando, habrán tsunamis y muchas transformaciones profundas hasta que llegado un día, el planeta implosionará o explotará o perderá a su estrella vital y toda vida como hoy la conocemos, se extinguirá. No lo veremos seguramente. Pero de igual manera, cada cuerpo nuestro está destinado a ir transformando energía progresivamente hasta que un día la ecuación será negativa y las funciones vitales cesarán...nos habrá llegado el momento de la implosión, explosión, muerte, transformación o como queramos llamar al no seguir siendo exactamente quienes hoy somos.

Por eso, simplemente quiero seguir  experimentando este hermoso regalo que es la vida, compartirla con mis seres queridos hasta que  pierda conciencia de haber vivido en un planeta llamado Tierra cuyo destino es el mismo de todos... feliz fin de semana para todos, que sean tan felices como yo lo soy!

1 comentario:

  1. La historia de la humanidad es ciertamente una ínfima fracción en la longevidad del Universo. Pero dentro de la historia de la humanidad, hay también una ínfima fracción de tiempo, los últimos 100 años, en que los avances de la tecnología, de las economías y las guerras han causado un desequilibrio o devastación tal en nuestro planeta que aceleró irremediablemente nuestro destino.

    Creo que la humanidad en su hipócrita afán contradictorio seguirá jalando hacia el lado de la autodestrucción y miseria mientras que otros poquitos jalarán hacia el lado no menos hipocrita del reverdecer, cuidar el planeta y sus recursos, el amor, la paz, etc. Somos producto de nuestra propia consecuencia y conciencia, sin importar a donde jalemos.

    Pienso que la naturaleza o el universo es sabio, se adapta, se transforma mas NUNCA se destruye, y si un insignificante habitante haciéndose llamar humanidad insiste en creerse evolucionado, pues se adapta, transforma y evoluciona junto con con ese habitante.

    Considero que en nuestras emociones, sentimientos consecuentes y pasiones, creemos amar la vida pero no veremos la luz de la transformación una vez que la eliminemos.

    Y yo, siendo un atomo en este universo, dispuesto aceptar la transformación, mientras tanto, SI, amo esa vida y a quienes la comparten conmigo, pero el destino es inexorable y no hay vuelta atras.
    NOS LO MERECEREMOS.

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