jueves, 2 de septiembre de 2010

HIPOTESIS SOCIAL

Con profunda objetividad declaro que la siguiente es una hipótesis constituída para procurar, como en el mejor esquema académico y filosófico, conseguir que sea refutada, por la vía de la acción ciudadana, no por algoritmos ni por argumentos al absurdo. Acá la expongo:

En las venideras elecciones por la Asamblea Legislativa, el estamento oficial será favorecido de manera significativa por el voto popular.

Los fundamentos para ello son:

  1. La campaña de la llamada oposición es fundamentalmente racional pero sobre todo, basada en canales de comunicación masivos (vallas, publicidad radial o televisiva, medios impresos y mucho, mucho en la WEB).  En contraste, la "maquinaria" pro oficialista está desplegada, desde hace 10 años trabajando y entregando "tangibles" en las zonas más populares.

  2. Mientras existe un lenguaje llano, básico, no solo verbal sino corporal, conducido por un único vocero del oficialismo, existen muchos mensajes divulgados por muy diversos actores de la "oposición" donde se aprecia poca coherencia y escasa vinculación con la realidad diaria de las necesidades básicas del gran electorado.

  3. Mientras el sector pro oficialista se enfoca en desconocer las debilidades de su gestión oficial y enfoca su estrategia en reforzar acciones en beneficio de las grandes mayorías y en toques tácticos a integrantes de grupos sociales específicos (recién graduados, pequeños negocios, etc), el sector opositor pierde la iniciativa comunicacional y cae en "responder", "reaccionar" a la agenda comunicacional del oficialismo y sin mostrar hecho en concreto alguno. Porque recordemos, ni siquiera fueron capaces de ir con una tarjeta única a estas elecciones cruciales.

  4. La cuarta premisa es el aferrarse a unas normas que solo el sector "opositor" defiende y respeta. Se acude siempre a la frase "confiamos en las instituciones, confiamos y hacemos un llamado a..." No hay nada más torpe que auto engañarse y no generar medios alternativos, siempre legales y legítimos, para posicionar la propuesta de uno.

  5. Hay candidatos a la asamblea nacional que quizás compitan por ver cuál es más incompetente y tienen menos que ofrecer entre sí. Esto es válido para ambos sectores en disputa, quizás no por defender un modelo de gestión pero sí por obtener una cuota de "poder" individual o partidista. Así vemos aspirantes que fueron alcaldes con pésima gestión e incluso cuentas pendientes, otros que nunca figuraron en la preferencia electoral de sus coterráneos pero que siguen pues su profesión es "Candidato".

Son solo cinco elementos que soportan la hipótesis nula. Pero, por favor, luego no vale lloriqueos ni esgrimir argumentaciones sobre supuestos fraudes. El fraude pudiera estar ya montado: la incapacidad real de conección cierta con el gran electorado y el creerse que "somos mayoría" (sin alusiones personales de ninguna índole).

El reto está planteado!

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